Tesis
“Poetas sólo hablan a oídos sin yunque, estribo o pestañeo”
Hipótesis
“Poetas devoran solamente desechos de poetas”
Antítesis
“No podrá haber poetas sin canibalismo de palabras”
Paráfrasis
“el resto se desvanecerá en el olvido”
Síntesis
“Desconfía si no estás con Sofía”
Juan Sin Tierra establece sus terrenos
Una vez en cuero plateado
Otra
En piel de toro
Un día, por fin, en piel volcánica y caliente y mutante
Ese día, por azar, descubre que dibuja
Rutas conocidas revolventes
en propia piel tallando símbolos extraños
Para los que sabemos lo que otros desconocen
El obsequio es el reto:
Averiguar el por qué gustas las músicas que prefieres
en las noches compartidas contigo mismo solo y tus tormentas
Mojado de igual forma
Por lluvia de ceniza o radioactiva.
Ansioso estás de tempestad de las de antes
Hechas de eso parecido a la saliva
Que salpica
con miríadas de miradas mareantes:
la liturgia de hombre con mujer a solas
Como dijo el que esto pronunciaba:
“Vagar en las profundidades
es distinto
a profundizar en las vaguedades”
Juan se llama un día Galileo
Otro, decide proclamarse maorí o yakuza
Cubierto de pinturas indelebles.
Yo lo conozco por el sobrenombre
impronunciable de Arzumanian
Más ese apodo no va a engañarme
Sobre la identidad real del revelado
Que desayuna desasosiego
Y ayuna muchos Viernes
Por tánta cirugía de signos
Sobre pieles reacias a caricias
Llevado de crin
Cabalga a lomo de pequeñeces la espesura
Salta de uno a otro continente como si tal cosa
Despreciando la rima consonante
Pues nada puede enfrentarse
al ritmo de sus dedos cuando pulsan
poemas o escenarios.