Durante la Guerra Fría, la neutralidad de Finlandia se mantenía con la determinación de un jugador cauto; pero con el desmembramiento soviético y su incorporación a la Unión Europea, las reglas del juego cambiaron. Tras la inesperada incursión de Putin en Ucrania en 2014, la postura de Finlandia se endureció y su cooperación militar con la OTAN se aceleró.
El cine finlandés, en particular, refleja estas tensiones y cambios. El director Jalmari Helander, en su tercer largometraje «Sisu», lleva estas tensiones a la pantalla con un ritmo vertiginoso y de forma audaz, transportando al espectador a través de una narrativa emocionante.
La trama sigue a un veterano de la Segunda Guerra Mundial, interpretado por Jorma Tommila, quien descubre un tesoro en Laponia y en su camino se encuentra con un batallón nazi. Esta es una película llena de secuencias de acción que traspasan los límites de la realidad, recordándonos más a un videojuego que a un western.
El título de la película, «Sisu», es una palabra finlandesa que se refiere a la perseverancia y la fuerza interior, algo que es comercializado tanto a nivel local como internacional. Pero también nos preguntamos si esta palabra puede usarse como una herramienta de propaganda o como una forma de asustar a la gente en tiempos de guerra contra la Unión Soviética. ¿Puede la heroica actuación de Tommila reflejar a los verdaderos soldados que lucharon en la Guerra de Invierno? ¿O simplemente estamos viendo la exageración de mitos como el francotirador Simo Häyhä o el capitán Aarne Jutilainen?
A pesar de estas reflexiones, es claro que «Sisu» no pretende ser una lección moral sobre la perseverancia. Al contrario, se deleita en su propio absurdo y se apropia de un escenario de guerra para brindar escenas de acción llenas de sangre, humor y algún que otro momento de reivindicación. En su conjunto, «Sisu» es una película sin pretensiones de exactitud histórica o compromiso político, simplemente es un divertimento sin complejos.
La visión de Helander sobre estas tensiones contemporáneas se refleja de forma apasionante en «Sisu», a través de su conocido sentido del humor y su característico enfoque festivo. Como un virtuoso del cine de género, Helander toma el espíritu lúdico de Hollywood y lo mezcla con una dosis de realismo finlandés. Así lo demostró en su innovador cortometraje «Rare Exports Inc.», donde Santa Claus se convierte en una mercancía cazada y procesada para su distribución global.
En esta ocasión, en «Sisu», Helander ofrece otra vuelta de tuerca, ubicando la trama en medio de la Segunda Guerra Mundial. Aatami, interpretado por Jorma Tommila, descubre un tesoro en la Laponia y se enfrenta a un batallón nazi en su camino al banco. La aventura de Aatami es pura acción, con secuencias trepidantes que desafían la lógica y abrazan lo absurdo, y que recuerdan las caricaturas de los westerns y los videojuegos de acción.
Aquí cabe destacar que el papel de Tommila es un ejemplo sublime de «Sisu», el concepto finlandés de tenacidad y resiliencia, en pleno contraste con los roles convencionales de acción de Sylvester Stallone y Chuck Norris. Además, «Sisu» podría verse como un espejo posmoderno de figuras legendarias de la guerra, como Simo Häyhä y Aarne Jutilainen, que realmente lucharon en la Guerra de Invierno.
Aun así, no se puede pasar por alto que «Sisu» es una farsa cinemática que juega con los límites de la realidad. La película ignora deliberadamente la precisión histórica en favor del entretenimiento. Más que un comentario social, «Sisu» es una broma explosiva sobre la guerra, la masculinidad y la geopolítica contemporánea.
Pero esas son solo unas pocas capas de «Sisu». En el gran escenario del cine finlandés contemporáneo, el enfoque de Helander destaca por su imaginación y su capacidad para redefinir las convenciones de género. Esas son las marcas de un artista en plena evolución, que es capaz de construir su propia voz en un campo tan competitivo como el cine.
La carrera de Helander hasta ahora ha demostrado una disposición a tomar riesgos y a desafiar las expectativas. Desde «Rare Exports Inc.», su imaginativo cortometraje que reimagina la figura de Santa Claus, hasta «Caza mayor», que reinterpreta el género de acción y aventura, y ahora «Sisu», una sátira lúdica de la guerra y la geopolítica, Helander ha demostrado ser un cineasta sin miedo a la experimentación y la originalidad. Mientras que en «Caza mayor» pone a Samuel L. Jackson, interpretando al Presidente de los Estados Unidos, en una situación de supervivencia en los bosques finlandeses, en esta película, Jorma Tommila se despacha contra los nazis en un estilo que me recordó a Tarantino. La audacia de Helander para inyectar humor y aventura en temas tan serios como la guerra y la política, nos deja reflexionando sobre el poder del cine para cuestionar la realidad y desafiar nuestras preconcepciones.
El cine finlandés contemporáneo, representado por figuras como Jalmari Helander y Jorma Tommila, está dejando una huella indeleble en la escena internacional. Su enfoque audaz y creativo promete redefinir cómo se hace y se ve el cine en Finlandia y más allá.
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