El cine australiano se está abriendo camino en Europa con paso decidido. Esta es una interesante cinta del año 2015 con un tratamiento al que los europeos no estamos aún acostumbrados.

Partisan es una distopía huxleyana en la que los protagonistas son niños sicarios, adiestrados por un patriarca interpretado con maestría por Vincent Cassel. 

 Un mundo feliz donde madres solteras encuentran un hogar alejado del mal exterior, pero en el que un mal superior se va abriendo camino hasta corromperlo.

Un planteamiento interesante y bien resuelto por su director, Ariel Kleiman, al que habrá que seguir en futuros trabajos.