¿Cansados de serie tras serie de The Walking Dead? Entonces tienen que ver Cargo, película australiana de 2017 dirigida por Ben Howling y Yolanda Ramke, basada en el cortometraje del mismo nombre estrenado en 2013.

En el vasto panorama de las películas de zombis, «Cargo», dirigida por Ben Howling y Yolanda Ramke, se alza como un faro de originalidad y emotividad. Esta cinta australiana nos lleva a un mundo post-apocalíptico donde la lucha por la supervivencia y la conexión humana se entrelazan, ofreciendo una historia que no sólo cautiva, sino que también nos hace reflexionar sobre nuestro propio futuro y la esencia de lo que significa ser humano.

La trama sigue a Andy (interpretado magistralmente por Martin Freeman), un padre desesperado que intenta encontrar un refugio seguro para su hija Rosie después de que su esposa sucumbe a un virus mortal. El tiempo apremia, ya que Andy también ha sido infectado y cuenta con 48 horas antes de que se convierta en un zombi. Es aquí donde la película rompe moldes, centrándose en la relación padre-hija y la lucha de un hombre por proteger a su descendencia incluso ante su propia inminente desaparición.

Desde sus impresionantes paisajes hasta sus momentos intensos de acción y suspenso, «Cargo» nos ofrece una experiencia cinematográfica inolvidable. La dirección de Howling y Ramke es excepcional, logrando capturar la desolación y la belleza del Outback australiano, mientras que la música de Daniel Rankin y Jon Kuczmarski aporta una atmósfera envolvente que nos sumerge en esta historia desgarradora.

Además de Freeman, el elenco incluye a Anthony Hayes, Susie Porter y Caren Pistorius, quienes ofrecen actuaciones sólidas y memorables. Pero es la relación entre Andy y la pequeña Rosie, interpretada por la encantadora y talentosa debutante Simone Landers, la que realmente se roba el show. La química entre estos dos personajes es palpable y emotiva, convirtiéndose en el corazón de esta película.

Una de las más originales cintas después de la inmortal La noche de los muertos vivientes.

 

Uno de los aspectos más destacados de «Cargo» es su capacidad para abordar temas sociales y culturales sin caer en clichés o sermones. La inclusión de personajes aborígenes y la representación de sus costumbres y tradiciones añade una capa adicional de profundidad a la historia, mostrando la importancia de la comunidad y la herencia cultural en tiempos de crisis.

Si bien «Cargo» no es ajena a los elementos clásicos del género zombi, como la lucha por la supervivencia y la amenaza constante de los muertos vivientes, esta película va más allá al ofrecer una mirada conmovedora y reflexiva sobre la naturaleza humana y la importancia de las relaciones interpersonales. Los amantes del cine apreciarán el enfoque fresco y original de Howling y Ramke, mientras que aquellos en busca de una experiencia cinematográfica emocionante y emotiva quedarán cautivados por esta historia.

En resumen, «Cargo» es una película que trasciende el género zombi, ofreciendo una experiencia cinematográfica profunda y enriquecedora que no sólo entretiene, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas