En mi mundo ondea la bandera de Nepal

En medio de su Sol y de su Luna prodigiosos

Canta Silvio Rodríguez con voz aguda

Abundan mujeres desnudas

Fluye el Rioja como río sin mesura

Se come bien las más de las veces

Comemos muerte de reses y de hierbas y de peces

Pero ingerimos muerte

 

Hay besos discutidos de labio y carmín nuevo

Que se recogen en la seda tenue de un paño

Besamos muerte

Sin prudencia alguna

 

Discusiones apasionadas que se gozan sin acuerdo

Viajes en avión volando vagamente

dejándose al viento

como volar sin motor

sólo dejándose

Suena el Gaudeamus Igitur una vez al año

 

Dormimos sólo para soñar

No descansamos

La vida que pasó es la que se queda

Dormimos muerte

 

Sobran cuentas bancarias dilatadas

Carros veloces

Abundan voces

Pero sobran residencias y coches

Gentes y noches

respuestas ariscas

impuestas responsabilidades

 

El espíritu se suelta al viento

Y no se sabe si regresa

Puede irse

Y a veces lo decide

Sin quién se lo discuta

 

En mi mundo hay monstruos y horrores y fantasmas

Hay recuerdos nocturnos de caras pintadas poniendo explosivos

para otros y nosotros

Despedazando los sueños

Pero se han hecho amigos de mis propias pesadillas

Platicamos

Nos echamos copas

Y hacemos burla de los miedos

Y los pedazos de carne descosidos de los cuerpos

De los amigos una vez queridos y ya asimilados

Se juntan para brindar por las falsas victorias

Se echan sus albures y sus risas

Y luego no están

Porque se han ido

Y no dejan ni el rastro del recuerdo

 

En ocasiones

Surge una hermosa mujer

A la que escribo poemas y canciones

Debe ser la mía

Pero apenas la distingo

Yo soy de ella

Pero no estoy seguro si ella es de mí

O solamente la intuyo y la deseo

 

A veces

Me mezclo en el suspiro boquiabierto de los peces

Deseando irme con ellos.