Cuando viera mi lámina sobre la Inmaculada Concepción… el prior caería en un estado de júbilo ¿Qué digo, júbilo? ¡Éxtasis! ¿Qué digo, éxtasis? Levitaría. Si el abate no levitaba conmovido con esta lámina dorada, mi trabajo de los últimos doce años habría sido en vano.