Mira Karla, se me ha ocurrido un juego muy diver: cuando papá y mamá estén en la bañera yo me pongo la careta de zombi, tú la de bruja y nos acercamos para decirles que si nos podemos meter con ellos. Ya sé que van a decir que no, así que cuando me dé la vuelta, yo lo enchufo y tú les echas el secador dentro ¿vale? Vas a ver los saltos de alegría que pegan.