—Si aparece el animal tendremos al asesino –dijo Gálvez- Es un Golden. Esos bichos están sumamente bien adiestrados.

Los forenses tomaban fotos del cuerpo arrugado sobre la acera, aún con algunos cupones ensangrentados sujetos con una pinza sobre el pecho. Todo el barrio había salido a la calle a curiosear y a elaborar sus teorías sobre el asesinato.

—Atreverse con un ciego. Esa gentuza no tiene corazón.

El lazarillo estuvo días montando guardia frente a la casa del asaltante hasta que vio pasar a la policía. Corrió ladrando detrás del coche, y logró que se detuvieran justo en ese portal.