Estoy mirando al cubo de la basura y es como verme a mí misma, o lo que me espera. Me gustaría tirarme de cabeza. No sé qué hago aquí, jugando con el pedal y riéndome por dentro de ver cómo la tapa se levanta y cae, se levanta y cae, como una gran boca carcajeándose de mí. Vi los restos del plato de Timmy y me llevé unos pedazos a la boca, sin hambre. Los mastico como le digo a él que lo haga: veintidós veces, ni veintiuna ni veintitrés. No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero debe ser bastante, porque se me están durmiendo las piernas…

(Homenaje a Peter Handke, La mujer zurda)