Es que verte así, tan mínimo, me quiebra. No sé si vivirás o no, no me dan muchas esperanzas. Las enfermeras dicen que nunca habían visto un bebé más pequeño. Ni tan bonito y bien hechecito como tú. Te tienen desnudo, boca abajo; tu pecho se levanta y sé que respiras. Claro que detrás del vidrio grueso del cunero cada uno ve lo que quiere ver. Los demás recién nacidos parecen crías de elefante comparados contigo, que eres un suspiro. Hijo, te quiero, haz por vivir.